El 30 de junio de 2025, durante una reunión virtual con la Sociedad Uruguaya de Pediatría (SUP), la ministra de Salud Pública, Dra. Cristina Lustemberg, anunció una campaña de vacunación dirigida a 136.000 niños y adolescentes con dos vacunas antimeningocócicas, cuyo costo total —según indicó— asciende a dos millones de dólares. Ver el extracto de su exposición:
La versión completa está disponible aquí.
Sin embargo, del análisis de los datos oficiales surge una discrepancia significativa: las dosis adquiridas suman apenas 40.600 entre ambas vacunas. Estas se desglosan de la siguiente manera:
- 600 dosis de la tetravalente ACWY adquiridas al Fondo Rotatorio de OPS por resolución del ex presidente Lacalle Pou y
- 40.000 dosis de la monovalente Bexsero adquiridas a GSK, el histórico patrocinador de la SUP, por resolución de la ministra Lustemberg, pediatra afiliada a la SUP.
Matemáticamente no hay chance de que con 40.600 dosis se vacunen 136.000 personas. Esa diferencia escandalosa entre lo prometido y lo disponible no puede ser ignorada ni minimizada.
La directora general de la Salud, Dra. Fernanda Nozar, aportó pistas para entender esta incoherencia: las dosis adquiridas por el gobierno se destinarán a los niños y adolescentes comprendidos en las franjas etarias comprendidas en el plan, mientras que el resto deberá adquirir las vacunas a través de los prestadores de salud, que obviamente tienen un stock para agotar. Ver extracto de la entrevista a Nozar en Arriba Gente el 2/6/2025:
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Cabe señalar que esta campaña de vacunación fue lanzada apelando al impacto emocional generado por el fallecimiento de un niño de dos años por meningitis en mayo. En este contexto, la equidad invocada por la ministra se convierte en un eslogan vacío: Uruguay no dispone de 136.000 vacunas antimeningocócicas gratuitas.
Surge entonces la pregunta: ¿por qué el MSP convoca a 136.000 familias a los vacunatorios con la promesa de proteger a sus hijos contra la meningitis? Esta estrategia es una conocida técnica de manipulación o estafa comercial llamada “bait and switch«, cuya traducción al español es “anzuelo y cambio” o “cebo y cambio”, por la cual se anuncia un producto atractivo pero cuando el consumidor acude para obtenerlo, el proveedor le ofrece uno alternativo. La supuesta «alternativa» que ofrece el MSP es que las familias asuman el costo de la vacunación antimeningocócica… o bien se conformen con las vacunas gratuitas del Certificado Esquema de Vacunación (CEV), cuya cobertura —vale recordar— cayó drásticamente durante la pandemia y aún no se ha recuperado.
Todo apunta a que el verdadero objetivo es cumplir con la Agenda de Inmunización 2030 de OMS. Y para eso…, vale todo. Hasta la publicidad engañosa.