¿Qué pasó con la donación de hidroxicloroquina al MSP?

¿Complicidad de nuestra autoridad sanitaria y la industria farmaceútica?

¿O simple negligencia?

El 13 de marzo de 2020 fue decretada la emergencia sanitaria por COVID-19 en Uruguay.

El 15 de marzo, el Dr. Pedro Bordaberry fue diagnosticado con COVID-19 a partir de una prueba de laboratorio. Según su testimonio brindado al programa Desayunos Informales, su médico tratante, Dr. Jorge Facal, le habría indicado un tratamiento contra la malaria: se trataba de la hidroxicloroquina (HCQ).

En abril, la empresa Roemmers Megalabs concretóuna importante donación de Droxiquina (hidroxicloroquina) al Ministerio de Salud Pública, demostrando su apoyo al Gobierno en el combate contra COVID-19.” Allí consta que el destino de la donación era el tratamiento de pacientes con COVID-19, mencionando incluso su demostrada eficacia en dicho tratamiento.

Decidimos investigar sobre esta “importante donación” y los resultados de su aplicación para el destino dispuesto por el donante: tratamiento de pacientes con COVID-19. Para eso nos dirigimos ante el Ministerio de Salud Pública (MSP) y ante la Dirección Nacional de Sanidad de las Fuerzas Armadas (DNSFFAA). En este trabajo pudimos constatar que:

  • En agosto, la DNSFFAA solicitó al MSP por nota que le fueran donadas 2000 cajas de HCQ.
  • En octubre, el MSP dispuso la entrega de 2000 cajas de HCQ (que tenía en depósito) a la DNSFFAA según ordenanza Nº1247/2020.
  • En junio de 2021, el MSP dispuso la entrega de otras 3000 cajas de HCQ a la DNSFFA específicamente en el marco de la emergencia sanitaria provocada por la pandemia  COVID19 según la  ordenanza Nº761/2021 del MSP.

En síntesis, de las respuestas obtenidas resulta que fueron entregadas 5000 cajas de HCQ a la DNSFFAA con el fin de tratar la COVID19. El ensayo habría sido aprobado por el Comité de Ética de la Investigación del Hospital Militar, pero nunca puesto a consideración de la Comisión Nacional de Ética en la Investigación (CNEI), como establece la normativa vigente en Uruguay sobre ensayos clínicos en humanos. Eso derivó en la renuncia de diez de los miembros de la CNEI.

Finalmente la HCQ no fue usada para el destino que motivó la donación de Roemmers Megalabs, que era tratar pacientes con COVID-19. En la respuesta de la DNSFFAA se justifica esta decisión afirmando que “no se contaba con evidencia científica que avalara la indicación formal”. La HCQ fue destinada a “la reposición según los retiros para el uso habitual”, nos respondió la DNSFFAA.  Ahora bien, el “uso habitual” de la HCQ es como antiparasitario contra la malaria. En Uruguay no hay malaria. Pero en los destinos donde el Ministerio de Defensa despliega las misiones de paz, esa enfermedad está presente y constituye un riesgo para los efectivos. De modo que el MSP derivó la donación al único destinatario que le podría dar el uso original y despreció la voluntad del donante de la HCQ. ¿Por qué?

Uruguay no fue el único que recibió HCQ en carácter de donación. Varios países en desarrollo fueron destinatarios de esta iniciativa de apariencia tan altruista: Argentina, Brasil, Ecuador, Paraguay. ¿Y por qué la industria farmacéutica habría de tener este rapto de generosidad?

Se hizo público a nivel mundial un escándalo de corrupción para promover un medicamento antiviral y que involucraba a la HCQ como chivo expiatorio. A pesar del beneficio de la HCQ en el tratamiento de la COVID-19, Francia prohibió su uso en base a un estudio publicado pero fraudulento que apenas unos días después fue desacreditado por la prestigiosa The Lancet. En el estudio se había usado una dosis intencionalmente alta en un intento de hacer que la HCQ resultara tóxica. Además, durante la pandemia, se reveló que Gilead Sciences (fabricante de Remdesivir) pagó a médicos académicos que se manifestaban públicamente contra el uso de HCQ. A pesar de que Remdesivir no tiene beneficios clínicos estadísticamente significativos y que es altamente tóxico para los riñones y los pulmones, se firmó un contrato de 1000 millones de euros entre Gilead y la Unión Europea. Esto desplazó la HCQ –más barato, además, que el Remdesivir–,  del mercado europeo y alentó a sus promotores a intentar introducirlo en los países de segunda. Justo antes de que se firmara este contrato, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconsejó el uso de Remdesivir debido a su ineficacia, alta toxicidad renal y alto costo.

Es evidente que jamás estuvo en los planes del MSP adoptar un tratamiento terapéutico y barato contra el COVID-19. Su elección fue apostar al único tratamiento impulsado desde la OMS: la vacunación experimental amparada en contratos secretos multimillonarios, sin importar el altísimo costo económico, pero sobre todo en vidas y salud de la población. En consecuencia hubo muchas vidas perdidas supuestamente víctimas de un virus, cuando en realidad lo fueron por la obediencia casi militar a directrices, sin un análisis crítico; y salud afectada por los efectos adversos de vacunas experimentales que se aplicaron a mansalva sin criterio alguno.

La escuela NO es un vacunatorio

La Administración Nacional de Enseñanza Pública (ANEP) tiene un estricto posicionamiento sobre los medicamentos en las escuelas. Por eso su personal no está habilitado a administrar ningún fármaco a los escolares, aún con la autorización de los padres. Como consecuencia de ello, los padres deben concurrir con la medicación a la escuela para administrarla a sus hijos, puesto que el botiquín escolar carece de medicamentos pediátricos, como lo establece la “Guía de acción Ante problemas sanitarios en los locales de enseñanza” aprobada por la circular 43 de 2013 en ANEP.

El Ministerio de Salud Pública (MSP) nos informa que las vacunas son medicamentos biológicos. Como tales, su presencia y administración en los ámbitos educativos no está justificada. Pero la Organización Mundial de la Salud (OMS), financiada en gran parte por los fabricantes de vacunas, recomienda la vacunación en las escuelas. Y por eso desde hace tiempo, y siempre en la previa electoral, el MSP va las escuelas a suministrar vacunas en condiciones de alta peligrosidad.

En 2019, el MSP había recorrido escuelas y colegios para vacunar al alumnado de 11 años de edad contra el Virus Papiloma Humano (VPH) y con la vacuna triple bacteriana. En aquella oportunidad, se había requerido a los padres devolver firmado el formulario de autorización para vacunar o no a sus hijos. Sin embargo hubo errores. Menores sin autorización de sus padres y sin considerar su derecho a la autonomía para expresar su voluntad, fueron igualmente vacunados violando sus derechos. El MSP reconoció un error pero fueron más de uno solo. Y este reconocimiento no revierte la vacunación impuesta ilegalmente y sus consecuencias. Y es de recordar que en Uruguay no existe un sistema de indemnización por daños de vacunas como existe en los países desarrollados. Las razones para no vacunar pueden ser varias, pero la primera de todas es que los niños ya hubieran recibido la misma vacuna, en cuyo caso pueden sufrir una reacción hiperinmune si son revacunados.

Recientemente el MSP anunció que este mes de mayo concurrirá a las escuelas para vacunar al alumnado de 11 años contra el VPH. Hay que recordar que el VPH es una infección de transmisión sexual, esto es, los menores no la contraen en las actividades propias de su edad ni en la escuela, donde habitualmente se transmiten otras enfermedades típicas de la infancia.

La vacuna contra el VPH que hoy se aplica tanto a niñas como a niños, se empezó a aplicar en todo el mundo sólo a las niñas en 2006. El VPH está asociado al desarrollo del cáncer de cuello uterino (CCU) que algunas mujeres padecen luego de los 40 años de edad. Actualmente ninguna de las niñas que recibieron esa vacuna alcanzaron los 40 años y por lo tanto no está probado que la vacuna sea efectiva contra el CCU. En cambio muchas de ellas han sufrido sus efectos adversos y por esa razón se han constituido organizaciones de afectadas por esa vacuna en todo el mundo para denunciar su situación. En nuestro país también se han registrado efectos adversos graves por esa vacuna y en cambio no se ha registrado la disminución del CCU en vacunadas. Aún persisten los testimonios en Internet sobre los casos que en 2018 se hicieron públicos, de la hija de la exsenadora Verónica Alonso y de otra adolescente, que habían perdido la visión. Entre otros efectos adversos de esta vacuna advertidos por el fabricante, los constatados y reportados por el MSP son: neuritis óptica, convulsiones, síncope y parestesia.

El registro personal de las vacunas recibidas es información de salud. La ley 18331 de protección de datos personales determina que la información de salud es dato sensible, como la opción sexual, y que nadie puede ser obligado a proporcionar esos datos. Los centros educativos no están habilitados a exigir el estado vacunal de su alumnado. Muy por el contrario, los padres tienen derecho a exigir desactivar la opción en la plataforma GURÍ que habilita a la escuela a vacunar a sus hijos.

Los centros educativos (públicos y privados), lugares seguros por excelencia para los alumnos, con la presencia del MSP se convierten en peligrosos para ellos al poner en riesgo sus derechos fundamentales. LA ESCUELA NO ES UN VACUNATORIO.

Se desrecomienda

El sábado 16 de marzo, a instancias de nuestra recomendación, una persona concurrió a la clínica Asistencia Médica para obtener el carné de salud. Como no presentaba constancia de la vacuna antitetánica, no admitieron su solicitud, en notoria omisión de la normativa vigente. Le informaron que la clínica había consultado al MSP, del cual había recibido directivas al respecto. Le indicaron contactar al responsable de la clínica, Dr.Germán Doce.

Desde LSuy lo contactamos el lunes 25/3/2024 y el mismo día recibimos su detallada respuesta, que compartimos:

Queda en evidencia que mientras la OMS tan sólo «recomienda» políticas sobre la vacunación antitetánica, el MSP abusa de su autoridad para imponer una OBLIGATORIEDAD contraria a dicha «recomendación». El MSP y todas las clínicas títeres de su accionar avasallan derechos de los ciudadanos y deshonran la ley que obliga a los médicos a respetar los derechos humanos de las personas.

Es más evidente que nunca el compromiso del regulador y los regulados con la industria farmacéutica.

Lo que no se sabe sobre las vacunas… aún

Al comienzo de febrero de 2021, el GACH informaba sobre las vacunas anti COVID19 que a fin de ese mes llegarían a Uruguay. El apartado 3 en la página 17 se titulaba «Lo que no se sabe sobre las vacunas en fases avanzadas de investigación disponibles y de las ya aprobadas».

Las vacunas anti COVID19 nunca se aprobaron sino que sólo se autorizaron en forma provisoria (EUA) porque los ensayos siguen en curso. Así lo reporta el prospecto de la vacuna que actualmente se está aplicando en Uruguay y que es una adptación de la original a la variante Omicron XBB. En ausencia del GACH, a continuación destacamos todo lo que estaría pendiente de ensayar, según el propio fabricante:

1- Se desconoce la duración de la protección proporcionada por la vacuna, ya que todavía hay ensayos clínicos en curso.
2- Como cualquier vacuna, puede no proteger a todas las personas que reciban esta vacuna.
3- Las personas pueden no estar totalmente protegidas hasta 7 días después de la vacunación.
4- No se han realizado estudios de interacciones con otros medicamentos.
5- No se han realizado estudios de genotoxicidad ni de carcinogenicidad.
6- No se ha establecido todavía la seguridad y eficacia de la vacuna en lactantes menores de 6 meses.
7- No hay datos relativos a su uso durante el embarazo ni la lactancia.
8- No se ha evaluado la eficacia ni la seguridad de la vacuna en personas inmunocomprometidas.
9- No hay estudios sobre la fertilidad en humanos. Sólo en animales.

Como ya informáramos, existe un mayor riesgo de miocarditis y pericarditis. Algunos casos requirieron cuidados intensivos y se han observado casos mortales. «Datos limitados indican que el riesgo de miocarditis y pericarditis en niños de entre 5 y 11 años de edad parece ser menor que entre los 12 y los 17 años de edad.»

Como ya informáramos, se reportan casos de COVID19 grave que pueden llevar a la muerte como consecuencia de la vacuna, tanto después de la primera como de la segunda dosis. Es decir: la vacuna no previene el COVID19 grave. No evita ingresar a un CTI ni morir por COVID19 GRAVE.

CONFIRMADO: la vacunación anticovid no evita el COVID GRAVE

Así lo reporta el prospecto de la vacuna anticovid que el MSP está distribuyendo desde el 29 de enero. Los datos presentados en él corresponden a los ensayos realizados entre 2020 y 2021 para la primera vacuna.

En la tabla 6 de la página 16 del prospecto, el fabricante reconoce que dos vacunados (uno con una dosis y otro a los 7 días de la segunda dosis) desarrollaron COVID GRAVE, que según la FDA es el que entre otros síntomas, resulta en muerte, como se especifica en la nota al pie de la tabla:

La primera vacuna había obtenido en 2020 una autorización provisoria. En el prospecto no se informaba sobre este efecto ahora reconocido y de esta manera, que claramente encubre un subregistro de la realidad. Hábilmente el fabricante no especifica cuál de los 6 síntomas de COVID GRAVE constituyó el desenlace de estos sólo 2 casos de vacunados. Pero a partir de registros de efectos adversos de las vacunas, como el VAERS, ya se sabe que fue la muerte aún en vacunados con más de 2 dosis. El exceso de muertes por Covid grave (el mortal) registrado en Uruguay a partir de la vacunación en el segundo año de la emergencia sanitaria, también es consistente con esta tabla:

Datos oficiales publicados por el MSP en https://uins.msp.gub.uy/#def

Si la vacuna hubiera sido efectiva para salvar vidas, en 2021 las muertes por Covid debieron ser inferiores a las de 2020 cuando nadie estaba vacunado, es decir menos de 188. Sin embargo se multiplicaron por 29…

Confirmado: tras la vacunación anticovid, miocarditis y pericarditis mortales

La vacunación anti COVID19 puede producir miocarditis mortales. Así lo reporta el fabricante en el prospecto publicado por nuestro Ministerio de Salud Pública. Ver página 4 aquí donde dice:
«Miocarditis y pericarditis:
Existe un mayor riesgo de miocarditis y pericarditis tras la vacunación con Comirnaty… Los datos disponibles indican que la mayoría de los casos se recuperan. Algunos casos requirieron soporte de cuidados intensivos y se han observado casos mortales.
«

Más seguro en silla que con vacuna

En setiembre de 2019, previo a la pandemia por COVID-19, el Harefuah Medical Journal de la Israel Medicine Association publicó una reseña favorable de un libro sobre los mitos acerca de las vacunas. Los autores de la reseña eran los criminólogos Natti Ronel y Eti Elisha. Los autores del libro permanecen en el anonimato. Se ven obligados a ocultarse para evitar los ataques ad hominem, método muy eficaz para desacreditar a quienes se atreven a cuestionarlas. Ahora bien, ¿cómo se puede determinar si el libro es un esfuerzo serio de científicos reputados? La respuesta es muy sencilla: comprobar las referencias del texto y los razonamientos realizados con ellas. En este caso, las fuentes de información son exclusivamente los fabricantes de vacunas, los reguladores, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y publicaciones acreditadas en revistas especializadas.

Originalmente escrito en hebreo y luego traducido al inglés, el texto se complementa con un archivo digital que reúne las 1200 referencias que sustentan con rigor la investigación y disponible en un enlace público para facilitar el acceso directo a todas ellas. Cada capítulo del libro presenta una introducción, un desarrollo y un resumen, que lo hacen muy fácil de seguir.

En 2022, la organización Children’s Health Defense posteó una nota sobre el libro. Recientemente, la Dra. Teresa Forcades hizo una presentación sobre él. Y a continuación, luego de una detenida lectura, destacamos varios conceptos desarrollados en el texto de casi quinientas páginas.

Tortugas hasta el fondo

“Turtles all the way down: Vaccine Science and Myth” es el título del libro en su versión en inglés, lo que podemos traducir como “Tortugas hasta el fondo: ciencia de las vacunas y mito” con una ilustración de su portada bien gráfica. Refiere a la anécdota según la cual una anciana, tras escuchar la explicación de un astrónomo sobre la Tierra y su lugar en el sistema solar, lo corrige y le explica que la Tierra está sostenida por cuatro elefantes muy grandes parados sobre el caparazón de una tortuga. Al preguntar el astrónomo “Pero, ¿qué sustenta la tortuga?”, la mujer responde con seguridad “¡Una tortuga aún más grande! Ya ves, ¡son tortugas hasta abajo del todo!” Y esta historia muestra cómo un mito puede sustituir con otra lógica a la de la explicación científica.

En el libro se describen las pruebas realizadas a las vacunas y en particular se investigan los placebos utilizados en los ensayos clínicos. Explica que todas y cada una de las vacunas pediátricas fueron testeadas en ensayos clínicos frente a otra vacuna con una tasa similar de efectos secundarios. A veces se utilizó la vacuna en uso porque «Cuando se prueba una vacuna de nueva generación, no es ético no administrar la vacuna actual al grupo de control«. Si no existía una generación anterior de la misma vacuna, se utilizó otra vacuna cualquiera o una combinación de varias. A veces se usó como placebo la vacuna sin el antígeno, es decir, sólo sus excipientes. Pero siempre con placebo no inerte. Ninguna fue probada contra un verdadero placebo, un compuesto neutro sin efectos secundarios significativos porque «No es ético no administrar otra vacuna al grupo de control«.

Los diseñadores de los ensayos clínicos utilizan esta técnica para encubrir la alta tasa de eventos adversos que se esperan con cada nueva vacuna. Por tanto, la nueva vacuna se declara “segura” y sus efectos secundarios “normales”, ya que no superan sustancialmente los de la otra vacuna usada como placebo. Cuando se prueba la seguridad de cada nueva vacuna infantil frente a otra vacuna, que a su vez fue probada frente a otra vacuna, que a su vez fue probada frente a otra vacuna, son tortugas hasta el final.

El uso de esta metodología intencionalmente defectuosa significa que todas las vacunas recibieron la aprobación de la Food and Drug Administration (FDA) y la European Medicine Agency (EMA) sin una verdadera medición de la magnitud real de sus eventos adversos. En su afán por ocultar la verdadera tasa de eventos adversos de las vacunas, los fabricantes recurren a una metodología de ensayo que viola el código de ética de la investigación médica (la Declaración de Helsinki). Todo ha sido llevado a cabo por profesionales médicos pagados por los fabricantes de vacunas y aprobado por las agencias reguladoras de Estados Unidos y Europa.

Vacuna por vacuna se detalla en la siguiente tabla la información disponible sobre los ensayos a los que fueron sometidas, y en particular, el placebo utilizado en los grupos de control de acuerdo a las normas de los Centers for Desease Control (CDC).

Sistemas de reporte de los efectos adversos

El libro aborda los sistemas de registro de efectos adversos. Debido a un importante subregistro, estos sistemas no pueden cumplir con su misión formal de seguimiento poscomercialización de la seguridad de las vacunas. No pueden medir ni proporcionar información significativa sobre el verdadero alcance de los efectos secundarios de cualquier vacuna. Y los reguladores, plenamente conscientes de las graves limitaciones de los sistemas de información, financian y publican estadísticas y estudios de seguridad basados en datos deficientes para reforzar en el público una falsa percepción de la seguridad de las vacunas. E ignoran iniciativas destinadas a mejorar la precisión y la integridad de los informes, como sería, en primer lugar, el considerar como acto médico a la vacunación para evitar la automedicación con vacunas por la población que acude a los vacunatorios. Y en segundo lugar, su registro en la historia clínica como mandata la ley para todos los actos médicos, en lugar de un registro independiente, lo cual conspira contra la transparencia de la información y favorece el negacionismo de los efectos adversos.

Experimentación vs especulación (alias estimación)

La epidemiología es una rama de la ciencia médica que estudia las enfermedades a nivel poblacional más que a nivel individual. Los epidemiólogos dependen de la recopilación de datos y su procesamiento mediante software de análisis estadístico. No trabajan con pacientes sino con computadoras. Si bien la epidemiología puede demostrar una correlación estadística, no puede proporcionar información sobre el mecanismo fisiológico por el cual A causa B (vínculo causal). La forma en que una vacuna afecta al individuo es dominio de las ciencias biológicas. La epidemiología no puede predecir si un individuo en particular contraerá una determinada enfermedad, ni puede probar que un factor en particular fue o no la causa de la enfermedad de ese individuo. Como sólo se ocupa de correlaciones estadísticas, no puede refutar los resultados de estudios fisiológicos. La investigación epidemiológica y la fisiológica se complementan entre sí. Cada una tiene sus propias ventajas, desventajas y usos.

Las autoridades sanitarias de todo el mundo explotan el mito de “la ciencia de las vacunas” para inducir a recibirlas como agua bendita funcional al dogma de que “salvan vidas”. Pero la investigación objetiva y el análisis crítico de las fuentes oficiales permiten concluir que lejos de garantizar lo que prometen, encubren severos fallos (por no decir fraude) e inducen engañosamente a tomar decisiones con consecuencias irreversibles.

El retroceso de las enfermedades transmisibles

La mayoría de las enfermedades transmisibles comenzaron a retroceder previo a la introducción de la vacuna correspondiente. Existe consenso académico en cuanto a que las mejoras en el saneamiento, agua corriente, higiene, nivel de vida y nutrición, impulsaron ese retroceso. Un factor que contribuyó a mejorar la limpieza de las zonas urbanas fue la desaparición gradual de los caballos de las ciudades. En el siglo XIX, los caballos eran el principal medio de transporte y sus excrementos constituían un grave problema de salud porque proporcionan un sustrato fértil para el crecimiento de la bacteria del tétanos.

La historia del tifus ejemplifica el papel que jugó la higiene personal en la reducción de la morbilidad. El tifus, una enfermedad altamente contagiosa y mortal, ha estado históricamente vinculada a la pobreza y las condiciones insalubres. Brotaba en las prisiones, en los ejércitos durante la guerra, durante períodos de hambruna y sequía, etc.

La peste negra que diezmó a Europa en el medioevo, desapareció sin vacuna alguna.

El misterio de la polio

El libro dedica un capítulo entero a la polio, al desarrollo de las dos vacunas (la inyectable de Salk y la oral de Sabin) y a su impacto en el mundo entero.

Según el relato oficial, la polio es causada por el poliovirus, perteneciente a la familia de los enterovirus. El poliovirus ingresa por la boca y llega al intestino. A veces pasa al torrente sanguíneo y, en algunos casos, alcanza el sistema nervioso central, produciendo la parálisis flácida aguda (PFA). Escasas veces los músculos del sistema respiratorio también resultan dañados y el paciente puede morir por asfixia. No todas las personas infectadas con poliovirus sufren parálisis. La mayoría ni siquiera enferma, mientras que otros pueden contraer una enfermedad parecida a la gripe. Sólo unas pocas infecciones resultan en parálisis y algunas de ellas se recuperan espontáneamente. El virus se excreta en las heces después del contagio y por tanto su transmisión es fecal-oral. El poliovirus afecta sólo a la especie humana, único huésped natural, desde hace miles de años.

Sin embargo décadas de investigaciones no lograron respuestas sólidas a preguntas básicas, como por ejemplo: ¿por qué no es posible infectar a los animales de laboratorio por vía oral, la misma a través de la cual supuestamente se infectan los humanos?

Si bien la polio casi desapareció del planeta, la PFA aumentó considerablemente con la aplicación masiva de las vacunas antipoliomielíticas. ¿Cambio de nombre para una enfermedad?

Hay una hipótesis diferente sobre la causa de los efectos neurológicos atribuidos a la polio: la exposición a pesticidas. Mientras los niños de las áreas rurales eran diagnosticados con polio los animales domésticos también eran afectados por la misma parálisis, a pesar de que el humano es el único huésped del poliovirus. Los pesticidas explican los brotes que ocurrían durante las cosechas del verano. Las aplicaciones de DDT (plaguicida usado para combatir el mosquito que transmite la malaria) coincide con los brotes de la polio.

El último caso de polio registrado en Uruguay fue en 1981. La vacuna se impuso obligatoria en 1982. De modo que es falso atribuir a la vacunación obligatoria su erradicación del país.

Las vacunas disponibles en Uruguay

La información que brinda nuestro Ministerio de Salud Pública (MSP) sobre las vacunas está publicada en su sitio web y consta únicamente de los prospectos provistos por los fabricantes. Falta información sobre los ensayos a los que fueron sometidas.

Como informáramos en una publicación anterior, la mayoría de las vacunas distribuidas por nuestro MSP ni siquiera están registradas en los reguladores internacionales como la FDA y la EMA. Por lo tanto son aún más inciertas sus condiciones de seguridad y eficacia, en base a las cuales habrían sido habilitadas. Y hemos detectado que los prospectos provistos por el MSP para las mismas marcas de vacunas disponibles en Europa o Estados Unidos, contienen menos información que los divulgados por la FDA y la EMA.

Si se testeara la seguridad de las sillas infantiles para auto de la misma manera que las vacunas pediátricas, y si los niños resultaran heridos o murieran a causa de una silla para auto sin razón aparente, los padres seguramente pensarían dos veces antes de poner a sus hijos en ellas.

Ahora es oficial

Las vacunas anticovid pueden producir la muerte, tanto de adultos como de menores.

A comienzo de este mes de febrero, se empezó a vacunar contra Covid19 con la vacuna Comirnaty de Pfizer según informa el MSP.

Al pie de esa publicación, el MSP pone a disposición los prospectos del fabricante Pfizer, en sus presentaciones para adultos y pediátrica. En ambos se advierte que la MUERTE es uno de los riesgos.

Ver página 17 en la presentación para adultos.

Ver pagina 19 en la presentación pediátrica.


La información del fabricante es consistente con los datos sobre el exceso de muertes y otros efectos adversos graves reportados en Uruguay desde el comienzo de la vacunación en 2021.

ALERTA: componentes no declarados en los medicamentos

Investigando las anestesias odontológicas, nos encontramos con un detalle por demás sorprendente. En la ficha técnica publicada en España de una de ellas, Mepivacaína, se advierte lo siguiente en el último párrafo del apartado 2:

«Uso en deportistas:
Se informa a los deportistas que este medicamento contiene un componente que puede producir un resultado analítico de control de dopaje como positivo
«

Se puede suponer que algún deportista habría sido cuestionado o hasta sancionado y, acciones legales mediante, el laboratorio agregó ese descargo para que su medicamento no integrara la lista negra del mundo deportivo que promueve el juego limpio sin drogas. A partir de esto, investigando, encontramos otros dos medicamentos con la misma advertencia: Olmesartán y Efedrina. Notar que el formato de todas las fichas técnicas publicadas en ese sitio de referencia de España sigue un estándar que permite compararlas. Lo mismo sucede con las fichas técnicas publicadas por la Food and Drugs Administration (FDA) de Estados Unidos y la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por su sigla en inglés).

La advertencia críptica sobre un componente comprometedor para un deportista, nos llevó a pensar que debería estar publicada la lista de referencia de las sustancias cuyo uso no está permitido en el deporte y para conocimiento de todos. Decidimos buscarla para verificar si alguno de los componentes de los tres productos, estaban en ella. La encontramos disponible en la World Anti-doping Agency (WADA) y ya está actualizada desde el 1/1/2024. Verificamos los componentes de los tres productos y comprobamos que los de Mepivacacìna y Olmesartán no están en dicha lista. Resulta entonces que la advertencia en sus fichas técnicas referiría a un componente no declarado.

Pero entonces:

1) ¿Y si otras personas reciben estos mismos medicamentos pero en lugar de ser sancionados deportivamente sufren daños en la salud por interacción con tratamientos en curso?

2) ¿O una reacción alérgica a ese componente?

3) ¿Y qué ocurre con todos los demás medicamentos que no tienen componentes antideportivos, pero también podrían tener componentes no declarados?

4) ¿Por qué es más importante el honor y la reputación de los deportistas que la salud de las personas?

La pregunta que se nos ocurre es cuál sustancia será la presente aunque no declarada en Mepivacaína y Olmesartán así como en el resto de los medicamentos en lo que esto ocurra. Porque esta lista de sólo tres medicamentos que hacen la advertencia es para que los deportistas sean responsables y concientes de lo que consumen y puedan evitar o justificar su consumo si tuvieran la necesidad médica de hacerlo, para que no se les sancione.

Pareciera pues, que los medicamentos en general pueden tener componentes no declarados, lo que supone una gran irregularidad, por lo menos.

Desconocemos la situación de los medicamentos en Uruguay, porque a diferencia de las agencias europea y estadounidense, los prospectos de los medicamentos no siguen un estándar nacional, así como tampoco los de las vacunas, como se puede apreciar en el sitio web del Ministerio de Salud Pública (MSP).

Llegado a este punto, aparecen como más relevantes que nunca las declaraciones del Dr. Juan Gil el 31/7/2021 en el programa Buen Día de Canal 4. Allí, hablando en primera persona del plural, reconocía tener conocimiento de un componente excipiente no declarado en las vacunas antíCOVID-19 que produciría efecto de imantización aunque podrían ser muchos más que explicarían el exceso de muertes así como los efectos adversos en nuestra población. Ver video.

Y es de recibo la comparación con la gente común, que no es deportista de élite, y que puede llegar a consumir medicamentos con componentes no declarados, en cuyo caso la sanción involuntaria sería tener una reacción adversa desde la más leve hasta la que podría costarle la vida y no solo el honor y la reputación. En este caso, ¿cuál sería la responsabilidad del organismo de control de medicamentos, en este caso, el MSP?

En nuestro país, el MSP es responsable de la farmacovigilancia de productos y servicios bajo su órbita. Realiza el seguimiento de las notificaciones de sospechas de reacciones adversas a medicamentos, productos biológicos como vacunas, plantas medicinales; así como también errores de medicación, etc. Por ello, es importante recordar que cualquier evento no esperado en el consumo de cualquiera de estos medicamentos o aplicaciones debe ser reportado en la Unidad de Farmacovigilancia. Y hacerlo, contribuye a corregir estos usos y evitar episodios similares en otras personas.

Pero previo a la farmacovigilancia el MSP debería cumplir la ley 9202 art.2 inciso 5 que lo obliga a controlar la producción de vacunas y sueros, para detectar partidas no conformes con los requisitos de adquisición que puedan producir efectos no esperados en la población.

El turbio negocio de la $angre humana

El 7 de marzo de 2022 nos había impactado una noticia inquietante: ¡Uruguay exportaba sangre humana! Iniciamos una ardua investigación que presentó escollos sorprendentes que ya hemos relatado exhaustivamente en informes anteriores. Y aún dos años después, seguimos en la pista de la exportación de la sangre humana uruguaya. Y no es por morbosos ni conspiranoicos, sino porque está reportado en la web del Banco Mundial la ubicación de Uruguay en la mitad del ranking 2022 de 77 países exportadores de sangre humana y animal (ver).

En nuestro país, la ley 18307 en 2008 declaró de interés nacional la extracción de sangre humana para fines terapéuticos. Además, prohibió su comercialización con fines de lucro así como también la de los derivados producto de su industrialización. Por esta razón era imperioso averiguar cómo un producto que no se puede comercializar con fines de lucro, llega a ser exportado. Por otra parte, son notorias las campañas para convocar a donar sangre en nuestro país. Últimamente, nada menos que la Universidad de la República ha innovado su estrategia facilitando la concurrencia nocturna a su banco de sangre (ver).

A partir de lo anterior, un pedido de acceso a la información pública de la Aduana que derivó en un juicio, permitió obtener parte de la información solicitada y conocer el sistema en línea LUCIA que provee ese organismo, sitio en el que se puede obtener los datos de cada movimiento aduanero, ya sea de exportación como de importación. Un pedido posterior permitió obtener más datos, a partir de los cuales presentamos el siguiente informe, escueto, pero bien documentado. Para acceder a los detalles de cada transacción, hacer clic en el enlace al Documento Único Aduanero (DUA) correspondiente:

CódigoDescripciónExportador (Uruguay XXI)DestinoUSDDUAFecha
30021038Anticuerpo humano de afinidad específica con el antígeno CD20Roche International LTDParaguay28.8151199908/01/2016
30021038Paraguay72.33515255314/01/2016
30021038Bolivia302.00013061201/02/2016
30021038Paraguay353.14059347912/02/2016
30021038Paraguay137.50052882311/03/2016
30021038Bolivia242.13027402116/03/2016
30021038Bolivia161.75068965621/04/2016
30021038Paraguay146.01591278111/05/2016
30021038Paraguay37.62544847803/06/2016
30021038Bolivia59.40037244210/06/2016
30021038Bolivia296.6005680715/07/2016
30021038Paraguay25.00086405522/07/2016
30021038Bolivia155.95081526330/08/2016
30021038Paraguay3.13548627209/09/2016
30021038Paraguay97.97165556716/09/2016
30021038Paraguay91.84051917407/10/2016
30021038Paraguay1.00018085818/11/2016
30021038Paraguay186.05740492509/12/2016
30021038Paraguay368.88080211616/12/2016
30021038Bolivia17.5005280528/12/2016
30021229«los demás»Inmuebles del Sur SAArgentina197.01034840110/01/2022
30021229Argentina12.16095294128/06/2019
30021229Argentina36.14488238604/09/2020
30021229Argentina36.00045771609/08/2021
30021229Argentina56174727118/10/2021
30021236Seroalbúmina humanaBlaufarmaParaguay4.54032259328/09/2023
30021236Paraguay54041249711/09/2020
30021236Paraguay27010845711/05/2020
30021236Laboratorio Libra SAParaguay5.27689675123/10/2018
30021236Z.F.Montevideo15.12052114909/09/2020
30029092Para sanidad humanaUniversidad Católica del UruguayUSA26097427805/08/2021
30029000«los demás»Hospital BritánicoUSA1080489817/05/2022
30029010«los demás»DIGESA – MSPMéxico4243698111/09/2019

Tomando como referencia la nomenclatura disponible en nuestro Ministerio de Economía y Finanzas y otras, del análisis de esa tabla surgen preguntas obvias:

  1. ¿Cuál es el origen de la materia prima que Roche International LTD usó para producir el anticuerpo humano que exportó y le permitió obtener casi USD 3.000.000?
  2. ¿Por qué una empresa de bienes raíces o inmobiliaria (Inmuebles del SUR) ha exportado hemoderivados (de sangre humana o animal) por más de USD 280.000?
  3. ¿Cuál es el origen de la materia prima que Blaufarma y Laboratorio Libra SA usaron para producir y exportar seroalbúmina humana por más de USD 5.000 y USD 20.000 respectivamente?
  4. ¿Qué exportó la Universidad Católica del Uruguay a Estados Unidos y cómo obtuvo la materia prima para producirlo?
  5. Ídem Hospital Británico: ¿qué exportó y cómo obtuvo la materia prima para producirlo?
  6. ¿Por qué la DIGESA – MSP exportó a México si el Ministerio de Salud Pública (MSP) tiene sólo un convenio de intercambio con la Universidad de Córdoba en Argentina, como se nos ha informado por el expediente 12/001/1/2365/2022?
  7. ¿Cuánto recauda el Estado uruguayo por la exportación de sangre humana?

Recordemos que la sangre tiene una vida útil de 42 días, a menos que se industrialice para obtener hemoderivados, los cuales presentan mayor vida útil (hasta 3 años). En Uruguay, algunos hemocentros recolectan sangre sólo mediante agenda porque se limitan a obtener la cantidad que necesitan cubrir diariamente. De esa forma, aseguran el stock para la demanda inmediata y minimizan el descarte. Pero otros hemocentros hacen campañas para concentrar donantes en un día, sangre que – obviamente – no será usada en su estado natural por las grandes cantidades obtenidas.

Este 2024 comenzó con el anuncio del Hemocentro Regional de Maldonado (HRM), dependiente de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y patrocinado por la Fundación Hemovida del festejo de sus quince años de funcionamiento (ver). Este hemocentro colecta supuestamente el 30% de la sangre en Uruguay, cifra que resulta algo elevada. Y esto, probablemente es el resultado de que Maldonado recorre el país con su «hemobus», el cual expide certificados validados por varias intendencias del interior para otorgar la licencia de conducir sin costo a los ciudadanos que sangre en esa circunstancia, esto es, pagando con su sangre por el equivalente al trámite, lo cual viola la ley 18307 que prohíbe la venta de sangre con fines de lucro. En el mencionado evento se recaudaron fondos para ampliar el hemocentro y para el nuevo emprendimiento que se le anexaría: el primer banco de leche materna regional.

También sigue vigente la exigencia de donantes de sangre como condición para recibir asistencia pública o privada en Uruguay, la que también es flagrantemente ilegal, pero fructífera. Por ejemplo, previo a una cirugía cardíaca se exigen ocho donantes y previo a un parto se exigen dos. En estos casos, la inmensa mayoría de las veces el paciente no recibe ni una sola gota de la sangre de la que debió aportar. Entonces, ¿qué destino tienen estas «donaciones» exigidas ilegalmente?

Parece obvio que la sangre constituye un gran negocio a escala mundial, y Uruguay es funcional a él. En este caso, está camuflado por las campañas que invocan la solidaridad y el altruismo de las personas que creen ayudar a compatriotas que la necesitan. Pero la realidad es que, aparentemente, los ciudadanos donan para que algunas empresas y el propio Estado lucren con la exportación de los subproductos obtenidos de ella sin costo alguno por su obtención. Uruguay, entonces, funciona como una especie de gran corral de humanos donde extraer la sangre necesaria para este fin espurio. Ya va siendo hora que este negocio sea explicado, si es que tiene alguna explicación aceptable, tanto legal como éticamente, o que termine sin más, operando la Justicia sobre las responsabilidades que corresponda penar.

Y mientras estábamos terminando de preparar este informe, seguíamos haciendo interminables gestiones ante el Sistema Nacional de Sangre (SNS) para obtener completo el informe 2022 de actividad de los servicios de hemoterapia del país, con el fin de sumar a los que ya tenemos planillados desde 2010 a 2021. Aún no hemos logrado esa información. ¿Por qué el Banco Mundial ya tiene todos los datos al 2022 y el SNS se niega a brindarlos?

Luego de obtener la certificación UNIT-ISO 9001-2008 y recertificaciones posteriores, el HRM obtuvo el Oro en el Premio Compromiso con la Gestión Pública de 2019. Las certificaciones son requeridas para acceder a los mercados internacionales, porque garantizan el apego a estándares. Carecen de sentido en la interna de un país que tiene regulado el intercambio de sangre por una normativa estricta que no exige tal requisito.

Entonces un importante incendio tuvo lugar recientemente en la sede principal del SNS. El director del HRM Dr. Jorge Curbelo anunciaba a la prensa: “Pasamos a ser el centro de ASSE suplantando ese trabajo del SNS”. Es decir que el único hemocentro del país certificado para operar en mercados internacionales se hizo del control de todo el SNS lo que por un lado parece razonable, pero por otro –habida cuenta de las observaciones anteriores–, puede ser preocupante.

¿Podremos obtener ahora el informe completo 2022 y solicitar el de 2023, que ya debería estar cerrado? ¿O el incendio justificará un nuevo impedimento?

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