¿Por que preocupa el estado de los mamógrafos en Uruguay? En 2008 se realizó un relevamiento de mamógrafos en el país en el marco de una tesis de postgrado pero patrocinado por el MSP. Su autora, la Dra. Rosario Berterretche, analizó la información de los 62 que había a ese momento. La mayoría de ellos habían sido adquiridos de segunda mano. Sólo DOS estaban en garantía del fabricante. Y había algunos de más de 35 años en funcionamiento.
Según Berterretche, un mamógrafo de más de 10 años de antigüedad es considerado obsolescente. ¿Por qué en 2008 había mamógrafos de más de 35 años en Uruguay?
La adquisición de equipos médicos (nuevos o reciclados) está regulada por un viejo decreto de 1989. Pero por una ordenanza posterior, en 2001 el entonces ministro de Salud Pública Dr. Luis Fraschini, intentó impedir la adquisición de equipos de segunda mano, atendiendo las recomendaciones del consultor de OMS Dr.M.Ramón Baeza para un plan de optimización de la radioterapia en Uruguay. Pero los intereses privados accionaron y lograron el recambio de ministro, quien desactivó ese impedimento. En el capítulo VII (página 47) del libro “La muerte nuclear. Uruguay en alto riesgo. Los desaparecidos de la radioterapia” encontramos el relato documentado de todos esos entretelones. Por un comunicado de 2002 del ministro de Salud Pública Dr. Alfonso Varela y con la firma del Dr.Miguel Angel Toma, se reactivó la importación de equipos usados para radioterapia. Por eso son noticia cuando se informa que su antigüedad supera la admitida por los estándares internacionales y además operan sin la habilitación correspondiente. La adquisición de equipos usados para radiodiagnóstico nunca estuvo en discusión.
Recién en 2013 por la ley N° 19.056 se fijaron las normas tendientes a asegurar la protección y la seguridad radiológica de personas, bienes y medio ambiente, así como también las competencias de la Autoridad Reguladora Nacional de Radioprotección del Ministerio de Industria, Energía y Minería (ARNR-MIEM). En el marco del juicio contra la mamografía obligatoria en el carné de salud ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo, se le requirió por oficio la actualización del inventario de mamógrafos en Uruguay obtenido en 2008 por Berterretche. La ARNR respondió que había “76 aproximadamente”. El incremento de 62 a 76 «aprox» mamógrafos en 5 años fue consecuencia directa de decretar la inclusión de la mamografía en el carné de salud. Pero la ley no modificó las condiciones para la adquisición de los equipos médicos que usan radiación ionizante.
En setiembre de este año, desde LSuy decidimos obtener la actualización de los mamógrafos y su estado. Realizamos en simultáneo el mismo pedido de información a ambas autoridades responsables en la materia: MSP y MIEM-ARNR. El MSP reportó 82 mamógrafos y el MIEM declaró 79. ¿Cuántos hay en realidad? Si los equipos de radioterapia operan sin habilitación no es de extrañar esa incoherencia entre ambos registros.
Tal como explicamos en nuestro informe anterior “Mamógrafos fuera del radar”, el objetivo de preguntar a ambos lo mismo era conciliar la información. Pero lo que se obtuvo es sorprendente y preocupante. Ninguno de los dos organismos proporcionó la fecha de fabricación de los equipos, por lo que no se puede determinar la edad promedio a hoy y comparar con la que surgía del relevamiento de Berterretche en 2008. Ignoramos si los que tenían 35 años ya no están o siguen en funcionamiento 14 años después…
Descubrimos la Directiva Europea de 2013 que establece normas de seguridad para la protección contra los peligros derivados de la exposición a radiaciones ionizantes. Allí consta que “En la práctica veterinaria, está aumentando el uso de radiaciones ionizantes para obtención de imágenes, a menudo con equipos de segunda mano procedentes del sector médico”. Es decir: en Europa los equipos para radiodiagnóstico descartados que no venden a países como Uruguay, son usados en la clínica veterinaria.
Además todos los estudios realizados en países desarrollados para probar los beneficios del cribado mamográfico, deben haber usado mamógrafos nuevos, lo cual determina que sus resultados no pueden ser extrapolados al contexto uruguayo para promocionar la realizacion de mamografía pero con equipos obsoletos.
Además encontramos que en 2016 la OPS publicó “Garantía de calidad de los servicios de mamografía: normas básicas para América Latina y el Caribe”. Tiene un breve apartado en la página 34 dedicado a las unidades de mamografía recibidas por donaciones o compradas usadas. Advierte sobre las consideraciones que se debe tener en cuenta para cumplir con la normativa que las regula, que como ya vimos, en Uruguay favorece a los empresarios pero no a las usuarias.
Es incierto el número de mamógrafos en funcionamiento en Uruguay y más incierto aún es su estado. La dudosa calidad de las mamografías que ellos producen condiciona la vida de las mujeres que confían en ella…